El temor de no saber qué decir
Hay personas que no quieren asistir a reuniones porque no saben de qué hablar o por temor a que lo que digan no sea interesante.
Es verdad que no es agradable ver la cara de aburrimiento de la gente mientras cuentas tus aventuras cotidianas, pero lamentablemente no a todos les va a interesar; con suerte a tus familiares y a algunos amigos, pero a los demás no.
Así que hay que empezar por comprender que si quieres que te presten atención y se sientan a gusto con tu charla, debes hablar de temas que puedan ser de interés para quienes te escuchan.
En realidad, conversar no es nada del otro mundo, todos lo hacemos y no tiene por qué ser aburrido, pero si esto se ha convertido en una carga para ti, aquí te dejo algunas recomendaciones:
1.-Lee
Mientras más informado estés mejor, así podrás compartir tu punto de vista sobre cualquier tema del que se hable. Si piensas que no tienes tiempo para leer, réstale unos minutos a tu actividad recreativa favorita e infórmate de lo que está sucediendo en el mundo, no sólo en la política, también en temas culturales, de tecnología, medicina, salud o medio ambiente.
2.-Relájate
Mantén una buena disposición ante el intercambio de ideas. Aunque no siempre estarás de acuerdo con la opinión de tus amigos, haz lo posible por no entrar en discusiones. Recuerda que lo importante, es disfrutar el momento.
3.-No abuses de la tolerancia de los demás
No es correcto adueñarse de la conversación y acaparar la atención. Procura ser breve en tus comentarios y deja que otros también participen.
4.-Evita usar demasiadas muletillas
Así como hablar muy despacio porque cansa, o muy rápido que nadie te entienda.
5.-Por último
Cuando hables muéstrate animado e interésate de verdad cuando escuches lo que otros dicen. Esto crea una conexión y fortalece los lazos afectivos entre las personas.